El viernes me estaba preparando para ir a una cena de Navidad, que, por cierto, me encantan estas cenas donde la gente se chispa y está la mar de graciosa, bueno, a lo que voy, ahí andaba yo con mis sombritas , la clarita para dar luminosidad, que si coge el pincel, que si me pongo la oscurita para acentuar, que si me cojo otro pincel, sin soltar el anterior, cuando oigo, PLAFF, ¡¡¡¡¡catástrofe!!!!!!!
Bueno, mantuve la calma, respiré un par de veces dentro de una bolsa y descubrí que aquello tenía arreglo.
Me puse a recoger con todo cuidado los trocitos del suelo y metiéndolos en su recipiente, entonces no podía hacer nada, ya os habréis dado cuenta que a mi las catástrofes me pasan cuando tengo que salir pitando, así que me puse los tacones y me olvidé del tema.
Al día siguiente ...¡manos a la obra!, coge el recipiente de la sombra con los trocitos que te queden, diluye en ellos alcohol, un poquito, lo suficiente para hacer un poco de masita y revuelve, cuando esté mas o menos con esta pinta:
Después déjala que seque durante 24 horas, que el alcohol evapore totalmente y la sombra estará ¡como nueva!
Estas cosas, en épocas de paro, qué queréis que os diga, a mí me evitan un paro cardiaco.
Probad lo y lo mismo se puede aplicar a coloretes o polvos que se te rompan, te quedarán como nuevos, es uno de los mejores trucos que conozco, siempre ya sabéis, in my opinion (por supuesto).
besos mil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario